El Peñarroya realizó a pesar de sus problemas en el juego interior, un buen partido ante Sagrado Cáceres, que demostró tener una plantilla muy equilibrada y no se descompuso en las múltiples arremetidas de los de Pedro Cabello.
El conjunto minero lo dio todo en la pista manteniendo un optimo nivel físico durante los cuarenta minutos, aunque los cacereños mantuvieron en la totalidad del choque leves ventajas que fueron infranqueables para el Peñarroya. Así el primer periodo se finiquitó con un favorable 20-24 para el conjunto visitante y al descanso se mantenían la desventaja, 41-46.
A pesar de la falta de rotación en el juego interior, nuestros pívots, Carlos Aranda y Roberto Merino se multiplicaban y conseguían dominar el rebote ante un equipo muy físico, pero el electrónico no reflejaba el buen hacer local gracias al acierto visitante, que no cedía el control y continuaba ampliando, aunque de forma muy ligera, su ventaja en el marcador. 56-63 al final del tercer periodo.
Lejos de hundirse, el Peñarroya continuó en su empeño y a punto estuvo de obtener una grata recompensa cuando a escasos segundos de la conclusión, un triple de Pablo Villarejo estrechaba el electrónico, 76-79 a falta de poco mas de un minuto.
Pero el conjunto extremeño no se descompuso y terminó por hacerse con el encuentro.
